¿Qué es la libertad?
A lo largo de mi vida estuve buscando libertad... creciendo con padres sobre protectores y al estar peleada con las reglas, creé un concepto erróneo de la disciplina y autodisciplina. Lo veía como una manera de volverme esclava... al ser privada de tiempo y tener más compromisos y responsabilidades, lo veía como una atadura para no disfrutar la vida. Además ese concepto te predispone a situaciones desfavorables como sacrificios, incómodidad, cansancio, insuficiencia, inseguridad, preocupación, estrés… Por lo tanto, siempre pensé que la libertad era no tener responsabilidades ni obligaciones… hacer lo que yo quiera cuando yo quiera. También pensaba que la libertad era la verdadera felicidad.
Muchas veces pensamos que las cosas más gratificantes van a venir solamente de la motivación (hacer lo que quiero cuando yo quiero)… pero en un mundo imperfecto siempre habrán días con altibajas en los que no todos los días vamos a sentirnos 100% motivados. ¿Y qué pasa cuando no tenemos ganas de trabajar hacia nuestra meta? No podremos sentir esa gratificación esperando que todo llegará desde ahí. ¿Entonces realmente la libertad con esa definición es la verdadera felicidad? ¿Podré realmente sentir la felicidad plena viviendo solamente de motivación? Aquí es cuando entra la autodisciplina… la inversión hacia la superación personal en el largo plazo.
La disciplina consiste en elegir entre lo que quieres ahora y lo que más quieres… La disciplina es comprender que tú y tus pensamientos son entidades diferentes. Debemos sufrir uno o dos dolores. El dolor de la disciplina o el dolor del arrepentimiento.
¿Entonces cuál es la nueva definición de la libertad? La libertad es tener el poder de decidir. Al decidir entrar a un compromiso ya sea personal o de trabajo, estás decidiendo estar ahí. Esa es la verdadera libertad… viene del interior.
Y, ¿cómo fomento la autodisciplina? Con voluntad… debo permitir que el “craving” vaya y venga y no necesariamente actuar sobre ella. Debemos de entender que el cerebro no fue construido para la productividad, fue construido para la gratificación temporal.
Entre estímulo y respuesta, hay un espacio. En ese espacio está nuestro poder para elegir nuestra respuesta en nuestra respuesta radica nuestro crecimiento y libertad.
Me doy cuenta del hecho de que estoy deseando ____ porque me siento _____ porque soy un humano que tiene mecanismos de defensa por instintos de supervivencia… Porque si siento ese “dolor” me voy a morir.
Se trata de conciencia, no de evasión ... Hay que aprender a lidiar con los sentimientos desagradables.
Entonces…
Sentir la emoción… sin ponerle peros, sin sobrepensarlo, solamente dejar el sentimiento que está dentro crecer.
Frustración, tristeza, vergüenza, impotencia, ira, vulnerabilidad, vergüenza, decepción,…
Aguanta ahí… Dicen que sentirlo solamente dura alrededor de 90 segundos. Así que es solo una ola ... navega sobre ella. Se va a pasar.
Toma la información y re-enfócate